Memoria social de la ARE Montesa
La junta de propietarios encargó a GMG la redacción de la memoria social de la Modificación del Plan director urbanístico de las áreas residenciales estratégicas del Baix Llobregat en relación al Área residencial estratégica (ARE) de Montesa. El ámbito de la modificación, situado al sur del término de Esplugues de Llobregat, en contacto con Cornellà y L’Hospitalet de Llobregat, está formado por dos zonas discontinuas con una superficie total de 109.702,66 m2.
Esta actuación se emplaza en un área donde se produjo un progresivo abandono y declive de los usos industriales no especializados, que iniciaron con el derribo de la fábrica Montesa y el traslado de sus actividades. El planeamiento propuesto define los terrenos como una oportunidad significativa para la centralidad metropolitana ya que dispone de una muy buena relación con las grandes infraestructuras de la movilidad y con los municipios adyacentes y permitirá conseguir un gran número de vivienda protegida.
La Modificación del PDU prevé una redefinición de la ordenación urbanística que dé viabilidad a la transformación del ámbito, reconsiderando la delimitación de zonas y sistemas y revisando las tipologías de vivienda previstas.
La memoria social ha considerado centrar el análisis y las dinámicas poblacionales en el conjunto de la comarca y del entorno más inmediato y establece la reserva del 50% del nuevo techo residencial para vivienda protegida, cumpliendo pues con los mínimos establecidos por el PDU, y manteniendo el número total de viviendas fijados por este (1.059 unidades).
Se plantea la eliminación de la vivienda concertada catalana de acuerdo con el marco legal vigente, que se sustituye por vivienda de precio concertado (25%), y el resto se reserva para vivienda protegida en régimen general (25%). De este, se prevé que el 18% se destinará a vivienda protegida en régimen general de alquiler de acuerdo con las necesidades observadas y el estudio de viabilidad económica. Y, con respecto al precio concertado se mantiene la reserva pero con un precio estimado intermedio entre el de renta libre y el de régimen general.
La memoria social ha permitido determinar la demanda de vivienda, la capacidad de absorción de la misma, las tipologías y precio de las viviendas y al mismo tiempo asegurar la distribución territorial, la disposición de equipamientos comunitarios y la equidad de género en la ordenación.