GMG en el Bony del Manyer y en el Pic de la Carbassa
El pasado 27 de septiembre, en GMG subimos a las cimas del Bony del Manyer (2.809 m) y el pico de la Calabaza (2.736 m)
En el Pirineo catalán y aragonés, hay un montón de cimas que rondan los 3.000m, con nombres míticos, de obligada ascensión por todos los aficionados a la Montaña. La Pica de Estados, el Puigmal, el Puigpedrós, el Pedraforca, el Bastiments, el Comapedrosa, el Perafita, el Carlit, el Aneto, el Posets, el Monte Perdido…, todos son nombres que parecen hablar por sí mismos , dignificando la cima a la que hacen referencia y, independientemente de que presenten mayor o menor dificultad, ya nos dan a entender que no hablamos de cualquiera colina.
En cambio hay otros topónimos que no predisponen a pensar en ninguna montaña demasiado mítica o especial, como pueden ser el “Bony del Manyer y el Pic de la Calabassa”. Quizá por eso tuvimos una grata sorpresa cuando alcanzamos estas dos cumbres. Después de una caminata de unos 15km y superar un desnivel positivo de más de 1.200 m sin dificultad, descubrimos que son un mirador excepcional con unas impresionantes vistas muy abiertas, desde donde pudimos contemplar todas las otras cimas que hemos llamado y que pueden presumir de un nombre algo más épico.
Empezamos a andar desde el pueblo de Girult haciendo una parada para desayunar en el refugio no guardado de J.Folch, cerca de los lagos de Engorgs. De allí nos dirigimos hacia la Portella d’Engorgs, por donde transcurre la frontera con Andorra, para continuar planeando por encima de los 2.700m donde se encuentran las dos cumbres. La bajada fue un poco rompepiernas, pues optamos por una ruta circular que deshace los 1.200 de desnivel en menos de tres kilómetros.
Un almuerzo en la Cerdanya sirvió para comentar la salida, dejar reposar las rodillas y continuar riendo un buen rato.
En GMG continuaremos subiendo montañas.